Gerbera Ediciones llega a Colombia de la mano de la librería Oso de Anteojos. Con una propuesta inclusiva y de alta calidad literaria, esta editorial es reconocida como la primera y la única de Latinoamérica con un perfil totalmente inclusivo.
En otras palabras, su catálogo reúne libros para niños normo lectores, con dislexia y ceguera. Es un público amplio, inclusivo y equitativo. De sus 50 títulos, el 20 por ciento son tres veces inclusivos.
Y si me cuentas tuvo la oportunidad de conversar con Fabiana Nolla Portillo, su directora editorial, para conocer más sobre su historia y los títulos que traen al país.
¿De qué manera nace Gerbera Ediciones?
Fabiana Nolla Portillo (F.N.:): Gerbera Ediciones nació hace 10 años. Después de trabajar como librera, decidí dedicarme exclusivamente hacer libros. Empecé haciendo libros en tela para bebé, que casi no había en el mercado. Después una situación con una amiga de mi hijo cambió la historia y empezó a definir la misión editorial de Gerbera.

¿Cuál fue ese punto de quiebre que te motivó a crear libros para niños con dislexia o ceguera?
F.N.: Todo empezó en el cumpleaños de una amiga de mi hijo, que en ese entonces tenía unos 6 años. La niña decidió no invitarlo a su celebración porque siempre regalábamos libros para estas ocasiones. Cuando mi hijo me contó la historia llamé a la mamá de la niña para saber por qué era motivo de no invitación regalar un libro. Sin saber lo ocurrido, la mamá me pidió disculpas y me contó que justo ese día acababan de diagnosticar a su hija con dislexia. Así que regalarle un libro era igual que darle una piedra, no tenía sentido para ella porque no podía leerlo.
La niña estaba a apunto de repetir curso porque todo el año había entregado sus evaluaciones en blanco. No podía leer los exámenes porque estaban hechos a mano por la profesora, era ilegible para ella. Así que cuando me enteré de la situación y empecé a investigar de qué se trataba la dislexia decidí que no podía hacer libros que discriminaran a un sector de la población.
Uno de cada 10 niños en el mundo tiene dislexia.
Asociación Dislexia y Familia Disfam
¿Cuál fue tu plan de acción para empezar a editar estos libros?
F.N.: Después de lo que ocurrió, decidí que el primer libro que iba a hacer para una persona con dislexia sería para la amiga de mi hijo. Me reuní con una ilustradora y coincidió que ella también era disléxica. Nos pusimos a investigar y nos encontramos con el desarrollo de una tipografía especial para disléxicos que se llama Opendyslexic, creada para aumentar la legibilidad y favorecer la lectura continua. Esa es la que actualmente utilizamos en todos los libros de Gerbera.
Así que la historia tiene un final feliz. Cuando llegó el cumpleaños de la niña llevamos de regalo el prototipo del libro. Para que lo abriera le dijimos lo especial que era la historia y cuando por fin se decidió a verlo, sus ojos lo dijeron todo. Por primera vez empezó a leer de corrido, fue maravilloso porque nadie la había escuchado leer en voz alta. Desde ese momento tomé la decisión de empezar a publicar todos los libros con esa tipografía. Quienes busquen publicar en Gerbera deben adaptarse a la regla de incluir a todos.
¿Qué características tiene la tipografía Opendyslexic?
F.N.: Es una tipografía que tiene mayor peso en la base, eso hace que la letra no salte al momento de ser leída. Además, tiene un espacio especial entre letra y letra. Esto permite que no roten porque para una persona disléxica las letras giran. Con esta tipografía el texto está quieto y pueden leer de corrido y sin necesidad de otro instrumento. Es importante mencionar que la tipografía no se utiliza en color negro porque dificulta la lectura cuando hace contraste con el color blanco. Para un normo lector es imperceptible el cambio, pero para una persona con dislexia leer en tinta negra es más difícil.
Cuando un disléxico lee un texto con una tipografía común usualmente utiliza unas regletas que tapan los renglones de arriba y de abajo para que las letras no se muevan. Sin embargo, esto hace más difícil el momento de la lectura.
En promedio, una persona con dislexia tarda 4 veces más en leer que un normo lector.
Fabiana Nolla Portillo
¿Cuáles son los elementos que desde tu mirada deben ofrecer los libros para niños?
F.N.: Nosotros publicamos literatura en general. Más que tener una serie de elementos editamos libros para niños con la diferencia de que tienen una tipografía accesible para todos los lectores. Las historias son todas las posibles, desde un sentido narrativo hablamos de todo tipo de temas incluyendo el autismo o la dislexia. Nuestra misión editorial es la inclusión y la calidad literaria. Doña dolores, por ejemplo, uno de nuestros títulos más conocidos, habla de una niña con dislexia sin decirlo, te da todas las pistas.

¿De qué manera retrata Doña Dolores la experiencia de un niño con dislexia?
F.N.: Verónica Taube, su autora, está en la Asociación de Dislexia y Familia DISFAM, es psicopedagoga, atiende y diagnóstica chicos con dislexia y es disléxica. Este libro es su testimonio. Verónica cuenta lo difícil que era para ella un día de escuela, narra cómo inventaba todos los días un dolor distinto para no tener que ir. Su mamá le puso el sobrenombre de doña dolores. Ella contaba que las evaluaciones las veía como monstruos, todo en rojo, todo mal, sin poder completarse. Los dolores inventados fueron su mecanismo para esconder lo que le pasaba. Además, su hermana era abanderada en el colegio entonces siempre sentía las comparaciones sobre su desempeño.
En el catálogo de Gerbera además de libros para lectores con dislexia también tienen libros para lectores ciegos, ¿cómo empezaron a editarlos?
F.N.: Empezamos a editar libros en braille hace 5 años por una situación en un aula de clases. En una escuela estaban leyendo SERAFINA, uno de nuestros títulos ilustrados de poesía. Hice una visita con la autora para que hablara del libro con los alumnos. Cada niño tenía su propio ejemplar y pasaban uno a uno a leer un fragmento de la historia. Llegó el turno de una niña que levantó su mano para poderse poner de pie, la directora la ayudó a levantar y la trajo al lado nuestro para que leyera, traía bajo el brazo una carpeta.
En ese momento yo no noté qué llevaba, de repente abre la carpeta y veo el libro traducido completo al braille, hecho artesanalmente por su maestra y la madre. Hicieron algo hermoso, el libro estaba lleno de texturas, le habían dibujado todas las ilustraciones con tela y lana para que ella pudiera descifrar el personaje.
A mí me pareció maravilloso y lo compartí en redes sociales. Para mi sorpresa, muchas personas empezaron a preguntarme si yo vendía el libro. Un mes después, la Biblioteca Ilusiones, para personas ciegas, le enviaron a la niña una versión en braille, en hoja blanca y las ilustraciones con textura. Volví a compartir la experiencia en redes y terminé de confirmar, por todos los mensajes que recibí con intención de comprarlo, que no existía una editorial que publicara libros en braille para chicos. Todo lo que había era braille blanco, libros exclusivos para ciegos, nada ilustrado.

¿Cómo es un libro en braille de Gerbera Ediciones?
F.N.: La tapa está ilustrada en braille para que reconozcan el personaje que está adentro. Las ilustraciones internas no están en braille, solamente el texto. La razón es que estos libros tienen que ser inclusivos, por ejemplo, para que un papá ciego le pueda leer a su hijo que es vidente. Un niño puede estar mirando las ilustraciones mientras su papá le lee la historia porque en la misma página están la tinta y el braille.
El propósito ha sido que un niño ciego y uno vidente se puedan sentar en el mismo momento a leer el mismo libro, por eso son tres veces inclusivos porque además la tipografía que utilizamos es apta para lectores con dislexia.
Además, los libros son argollados porque una persona ciega necesita que el libro se abra 180 grados. Para leer lo hacen con dos dedos, uno es el tutor y el otro el lector, ponen un dedo en el renglón y con el otro siguen los puntos. Si los libros tuvieran un lomo sus manos quedarían detenidas y se les imposibilitaría la lectura. De nuestro catálogo 10 de nuestros títulos están traducidos al braille.
Además de estos títulos a Colombia llegan con una oferta de Canticuénticos. ¿Cómo son estas historias?
F.N.: Son libros ilustrados basados en las letras de las canciones del grupo de música infantil Canticuénticos. Empezamos a distribuirlos hace 5 años cuando lanzamos su primer libro que era El mamboretá y después decidimos reeditarlos. En esas reediciones aplicamos nuestra tipografía para que sea completamente inclusivo. A la fecha tenemos 8 de estos títulos.
¿Qué títulos nos recomiendas leer ahora que podemos encontrarlos en Colombia?
F.N.: Les recomiendo Cuando sea grande quiero ser, es un título con códigos QR que lleva a canciones o a la narración de todo el texto como audiolibro. Es un título maravilloso que también está en braille y ganó este año el premio a mejor álbum multimedia por la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de la Argentina (Alija), la sección argentina de IBBY.
También recomiendo Mi Vecino, fue reconocido como mejor libro ilustrado por la Alija, está en versión tradicional y en braille. Y, Mi mundo, es otro título entrañable que habla sobre el mundo de un niño con autismo. La ilustradora se dedicó 9 meses a investigar el tema para poder hacer cada una de las escenas de la historia. La experiencia que tuvimos fue maravillosa.
Los libros de Gerbera Ediciones están disponibles en Colombia gracias a la librería Oso de Anteojos. Pueden visitarlos en la Carrera 7 – 32-84 en el Centro Comercial San Martín
Los encuentran en sus redes sociales :
Instagram: https://www.instagram.com/osodeanteojostiendadelibros/ Facebook: https://www.facebook.com/osodeanteojoslibros