Puro Power

Esta entrevista con Paola Gaviria conocida como Power Paola revisa su camino hacia la ilustración y nos cuenta cómo ha sido su proceso.

Powerpaola lleva con ella, como todo buen observador y artista, una libreta donde acumula ideas y dibujos. Nos hace recordar el legendario cuaderno que utilizaron durante los dos siglos anteriores artistas y pensadores como Vincent van Gogh, Pablo Picasso y Ernest Hemingway para dar inicio a sus obras. 

No tuvimos el chance de hablar en persona, pero Powerpaola respondió a mis preguntas como si nos hubiésemos encontrado para conversar. La artista plástica, historietista e ilustradora nació en Ecuador pero ha vivido en Colombia, Francia, Australia y Argentina. Toda una nómada contemporánea. Hablé con ella sobre su trayectoria, el dibujo y sus futuros proyectos.

Entrevista para el blog Y si me cuentas un cuento a la ilustradora y dibujante Power Paola.

¿Cómo te encaminaste en la ilustración y en el dibujo?

He dibujado siempre, desde niña. Luego estudié Artes Plásticas y me dediqué a la pintura de lleno hasta 2006. El dibujo siempre fue mi compañero para entender el mundo. Desde adolescente cargo con una libreta o una especie de diario donde voy acumulando dibujos, ideas y de ahí nacieron mis ganas de hacer historieta e investigar diferentes posibilidades que tiene el texto y la imagen.

¿Para ti, qué es el dibujo?

El dibujo es un ejercicio, así como para un músico es necesario practicar varias horas al día para mi es igual con la escritura y el dibujo.

¿Cómo das inicio a tu proceso creativo para ilustrar tus historias? 

La ilustración es un trabajo que hago para sobrevivir.  Me considero dibujante e historietista, prefiero hacer historietas, crear mis propias historias a partir de lo autobiográfico. No me gusta mucho que me digan qué y cómo dibujar y es ahí la diferencia que yo encuentro entre ser ilustrador o dibujante.

No sé muy bien en qué momento el dibujo se vuelve texto y al revés.

 ¿Te sientes cómoda en alguna técnica de dibujo específica?

No, me gusta más la idea de experimentar siempre, dependiendo del proyecto.

¿Cuál ha sido uno de tus trabajos preferidos de ilustrar?

Donde tengo total libertad de hacer lo que yo quiera, como en el Folha de San Pablo o algunas portadas de libros donde me siento inspirada por el escritor.

¿Cuál fue tu primer proyecto a nivel profesional?

Mi primer proyecto profesional fue a los 16 años donde hice ilustraciones sobre ecología (Sunrise Peace and Ecowear) para una empresa de camisetas durante  cinco años. Fue mi escuela. Me pedían como 50 dibujos semanales. Luego fui ilustradora para la Revista de la Universidad de Antioquia cuando estaba estudiando Artes Plásticas en Medellín.

A Liniers lo conocí en la época que comenzaron los blogs, 2007 más o menos. Todos los historietistas nos empezamos a conocer ahí. Luego cuando empecé a hacer Virus tropical participé en una convocatoria de literatura en Colombia y lo propuse como tutor. No gané, quedé en segundo lugar. Pero Liniers y Angie, su esposa, abrieron su propia editorial y decidieron publicarme.

¿Cuál fue el proceso para llevar tu novela gráfica Virus Tropical al cine?

Fue desglosar la historieta. Hacer de nuevo todos los dibujos por separado. Como una especie de inventario de ciudades, objetos, lugares, gente de mi propia vida. Fueron cinco años de investigación, experimentación y dibujo.

El libro Virus Tropical escrito e ilustrado por la colombiana Paola Gaviria mejor conocida como Power Paola.

¿Ha habido algún trabajo que consideres especialmente importante en tu trayectoria hasta ahora además de Virus Tropical? 

Creo que mis libros autobiográficos son con los que mejor me representan: qp, Todo va a estar bien, Nos Vamos, Por Dentro/ Inside y Diario de Powerpaola.

¿Cómo es un día en tu trabajo?

Cada día es muy distinto. Tengo que organizar mi tiempo entre responder mails, cocinarme, pagar cuentas, comprar comida y dibujar. Además tengo una vida muy nómada, así que viajo trabajando en distintos proyectos personales y de ilustración a pedido.

Háblame un poco de Chick Comics, ¿cómo nace este colectivo?

Este proyecto transatlántico nació en 2008, cuando Anna Basbacker y yo nos encontramos y decidimos que queríamos trabajar juntas y buscar otres amiguas historietistas. No conocíamos muchas mujeres que hicieran historietas, así que lo armamos para conocernos. Así fue como iniciamos Chicks On Comics, un blog que reúne el trabajo de seis artistas del cómic de Europa, Asia y Latinoamérica. Estas viñetas se entrecruzan, conversan y mezclan los lenguajes de cada una en un mismo soporte. Las chicas ahora somos: Delius, Clara Lagos, Caro Chinaski, Maartje Schalkx, Pixin y Zane Zlemeša. Hoy en día Anna está en transición y se llama Joris. Así que ya no somos más un grupo solo de mujeres.

¿Cuál sería tu proyecto ideal?

Me encantaría volver a pintar y poder dedicarme de lleno a mi trabajo personal.

¿Cuáles son tus referentes, lo que te inspira o te influye? 

La vida misma, caminar por las ciudades y observar a la gente como actua, las conversaciones, mis propios errores.

¿Cuál sería el consejo que le darías a alguien que se quiera dedicar a la ilustración o el dibujo?

Que dibuje mucho, que cultive ese ejercicio.

Todo va a estar bien (novela gráfica) de Powerpaola
Extracto de la novela gráfica “Todo va a estar bien” de Powerpaola.

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado a ti en este campo hasta el momento?

Que aprenda a vivir con poco.

¿Qué es lo más importante a la hora de plantearte una ilustración cuando te toca un tema complejo?

Para mi lo más importante es ver como otra gente lo ha solucionado para no repetirme y tampoco caer en el cliché. Y pensar como eso ha hecho parte de mi vida.

¿Cuáles son tus próximo proyectos?

Siempre trabajo en muchas cosas a la vez. Por eso me demoro tanto en terminar algo, pero hay muchas cosas en camino.

¿Tienes algún consejo para aquellos que se acercan apenas a la literatura infantil?

Que la piensen como literatura.

De no perderse este libro ilustrado por la dibujante Power Paola, Diccionadario, escrito por Dario Jaramillo y publicado por Cataplum Libros.
Diccionadario, escrito por Dario Jaramillo e ilustrado por Power Paola y publicado por la editorial Cataplum Libros.

¿Nos recomiendas un libro?

Pictures out of my life (1971) de Dorothy Harley Eber que entrevista a Pitseolak Ashoona, una mujer del polo norte que dibujaba todo lo que sabía que iba a dejar de existir por la colonización y el cambio climático y era su manera de registrar lo que pasaba ahí  y que ahora no existe más.

El trazo espontáneo de Juan Camilo Mayorga

Las ilustraciones de Mayorga son espontáneas, apenas unos pocos colores para componer el sentido de la imagen y trazos libres, desprevenidos, tranquilos, sin pretensiones técnicas. Así le gusta dibujar. 

Juan Camilo tiene 28 años y es diseñador gráfico de la Universidad Nacional. Después de tomar un curso de ilustración infantil en la universidad decidió aprender a dibujar para estos fines. El destino puso en su camino a Carlos Riaño, uno de sus grandes maestros, dice él, y a quien debe todo lo que sabe sobre los libros álbumes ilustrados. Desde ese momento, se ha dedicado a explorar textos y autores para comprender las narrativas y códigos visuales de estos productos editoriales.

Ciudad roja, por Juan Camilo Mayorga.

¿Cómo fueron tus comienzos en el ámbito de la ilustración?

Juan Camilo Mayorga (J.C.M.): Llegué por azar a la literatura, llegué por la imagen. A través de experimentación técnica me enfoqué en la narrativa y por eso me defino como ilustrador.

¿Cuál fue tu primer proyecto a nivel profesional?

J.C.M.: Mi primer proyecto profesional inició cuando María Fernanda Paz-Castillo, editora de literatura infantil y juvenil de ediciones SM, me contactó para ilustrar una reedición del libro Nicolás aprende los números de Darío Jaramillo. Conocí a María Fernada través del ilustrador Diego Sánchez, conocido como Dipacho, porque trabajamos juntos en la universidad. Este libro, que publicamos en 2012, hizo parte de mi proyecto de grado como diseñado gráfico de la Universidad Nacional.

 

El trazo espontáneo de Juan Camilo Mayorga
Nicolás aprende los números, fue el primer proyecto profesional que ilustró Juan Camilo Mayorga.

¿Ha habido algún trabajo que consideres especialmente importante en tu trayectoria hasta ahora?

J.C.M.: Ilustré un texto que es muy especial para mí. Se llama Los aeropuertos del escritor colombiano Jairo Buitrago y lo publicamos en 2014 con la editorial mexicana Castillo. Allí mezclé la acuarela con la línea y fue el primer libro que hice con él. Desde ese texto mi técnica fue más limpia y precisa. Me gustó porque el libro tuvo una acogida linda por los lectores y marcó la evolución de mis trazos.

El trazo espontáneo de Juan Camilo Mayorga
Los Aeropuertos, Jairo Buitrago.

¿Qué técnicas sueles utilizar?

J.C.M.: He utilizado la acuarela porque me da flexibilidad.  A través de técnicas digitales armo un collage con cada una de las partes que dibujo a mano y compongo la ilustración en el computador para que sea más eficiente el trabajo. Además, antes de definir qué técnica de dibujo voy a utilizar, elaboro un storyboard para tener un mapa mental del ritmo del libro y tener un sentido compositivo con la tipografía que vaya a utilizarse.

¿Cómo es tu proceso creativo para ilustrar las historias?

J.C.M.: El proceso parte de la intuición. En el inicio no me cohíbo de nada, no pienso en resultados o en la técnica. Si hay una imagen latente apenas la tengo me pongo a trabajar a ver que resulta de ahí. Cuando trabajo sobre un texto, lo primero que hago es analizar el storyboard antes de explorar técnica y armar el tejido narrativo con las imágenes. También, para mí, uno de los elementos más importantes en el libro son las guardas, son un espacio narrativo que da inicio y fin a la historia. Los libros que he tenido la posibilidad de ilustrar tienen un tono poético parecido que encaja muy bien con mi trabajo.

¿Cómo fue tu proceso creativo con ¡Qué suerte tengo!?

J.C.M.: En este libro hice bocetos que terminaron siendo las ilustraciones finales. Después de entender el ritmo visual de la historia me gusta que fluya la inspiración y la frescura. Me he ido liberando de pretensiones de perfección con el dibujo. Me gustan más los trazos desprevenidos y tranquilos, sin pretensión técnica y de alguna manera mis dibujos han estado en concordancia con los textos que quiero ilustrar. En este libro hice cosas sutiles como demarcar espacios para diferenciar los espacios en los que está José con su hermano y cuando juega con Carlitos. La doble página que más me gusta es la que está en negro y tiene un texto en braille porque al final el objetivo de una imagen es dar un mensaje con los mínimos elementos.

El trazo espontáneo de Juan Camilo Mayorga
¡Qué suerte tengo! de Lawrence Schimel. Novedad infantil de la editorial Rey Naranjo este año durate la Feria Internacional del Libro de Bogotá.

¿Qué te sirve cómo fuente de inspiración cuando tienes un bloqueo creativo?

J.C.M.: Es difícil salir del bloqueo, pero siento que nunca he sido de recibir inspiración sino de sentarme a trabajar hasta que algo que funcione.

¿Cuándo ilustras reflejas experiencias personales?

J.C.M.: Sí, siempre. Me gusta dejar mensajes, marcas en mis historias o un interés personal. Por ejemplo, en el libro de Los aeropuertos hay una doble página con una librería y los textos que dibujé en esos estantes son de mi interés. Entre ellos, está el libro de Darío Jaramillo, el primero que hice, un libro de Javier Mariscal, que admiro muchísimo, y un libro de Paul Klee que marco mi gusto por la acuarela. Las imágenes tienen códigos visuales y el que los entiende puede no solo leer el texto sino las ilustraciones.

Además de hacer trabajos como ilustrador y diseñador, ¿trabajas en otros proyectos editoriales?

J.C.M.: Sí, he trabajado en diferentes proyectos editoriales de manera independiente. Entre ellos, con una publicación financiera de Estados Unidos que se llama Plansponsor. La directora de arte, SooJin Buzelli, me contactó para incluir ilustraciones en varios textos de la edición. También trabajé con El Espectador para el proyecto de Colombia 2020, allí ilustré un texto de Beatriz Helena Robledo que se llama La mirada de Yadir.

¿Cuál sería tu proyecto ideal?

J.C.M.: Siempre he querido trabajar en gráfica de entorno. Me gusta el diseño de interiores donde pueda intervenir un espacio con ilustración. Me encantaría trabajar en un proyecto de este tipo para jugar con materiales en espacios tridimensionales para contar una historia o simplemente por el placer de contemplar.

¿Cuáles son tus referentes, lo que te inspira o te influye?

J.C.M.: Javier Mariscal, Saul Steinberg y Tomi Ungerer. Ellos tres son referentes claves para mi trabajo. No tiene pretensiones técnicas, van al grano con lo mínimo de lo visual. Me gusta más esa exploración que el virtuosismo. Para trabajar siempre estoy en estado de contemplación, trato de que las cosas no pasen desapercibidas, soy observador para poder dar con la esencia del objeto y reflejarlo en las historias.

¿Cuál sería el consejo que darías a alguien que se quiera dedicar a la ilustración?

J.C.M.: Les diría que deben trabajar hasta que los dibujos hablen por sí solos y no quedarse solamente en la técnica.

¿Cuáles son tus próximos trabajos?

J.C.M.: Estoy trabajando en un nuevo proyecto con Jairo Buitrago que se llama Unas Personas. Un texto bello sobre momentos de la vida donde cada página funciona de manera independiente.

Nos recomiendas un libro

Recomiendo toda la obra de Oliver Jeffers para los niños, en especial un libro que se llama el Corazón en la Botella. También los libros de Tomi Ungerer y su libro Moon man.