El abecedario suena a canciones que repetía sin parar en el jardín y a preguntas constantes sobre donde estaba la letra S. Nunca pude decir antes o después de qué letra estaba la “señora S”, pero siempre supe donde estaba la T, la letra t de Tan Tan.
Y es que así, precisamente, se llama una de las novedades para la #FILBo2019 de la editorial Cataplum Libros. Un libro álbum de la ilustradora Paula Ortiz que da vida a las 27 letras del abecedario a través de sonidos.
Aprender el abecedario es ahora más sencillo, puedes cantarlo, recitarlo, leerlo y, sobre todo, disfrutar de su lectura en voz alta y compartida.
En vez del tradicional bloque de letras impreso y adherido al escritorio, con el que aprendíamos en el colegio las vocales y consonantes, este libro nos permite identificar y escuchar cada uno de los caracteres a través un personaje y su representación sonora.
Y la onomatopeya de cada letra es especial. La A, por ejemplo, aúlla, la C es de cataplum, la G es de Grrr, mi favorita es la K de kabum y la que sabe más rico es la M de mmmm y, claro, la Z de zas termina con un tropiezo que nadie se espera.
Una cosa más, es un libro recomendado para todas las edades. Para los primeros lectores que están acercándose a la palabra y sus infinitas posibilidades de combinación, como para los que todavía no se saben el abecedario y quieren tener un chance de aprenderlo y gozarlo.
Lo más importante es que sin importar por donde abras el libro, siempre va a sonar y el abecedario aprenderás.
Sobre la autora
Paula Ortiz es diseñadora gráfica, docente e ilustradora. Ha trabajado en el sector editorial para revistas y editoriales como: Ediciones SM, Colombia, Tragaluz Editores, Mc Graw Hill USA. Entre sus libros están La Llorona (de Triunfo Arciniegas), Corre que te pillo y Comadrita la rana (de Pilar Posada) y El Mohán (de María Inés McCormick).
Además, es una ilustradora con obsesiones particulares, entre ellas el abecedario. De ahí que el nacimiento de Tan Tan sea el resultado de un gusto intenso y por eso está hecho con tanto amor y precisión.
Su trabajo ha estado influenciado por el mundo textil y en este libro encontró lo mejor de ambos mundos.
“El libro se hizo en cuatro fases. Primero los bocetos a lápiz, después en vectores donde hice el estudio de color y luego empecé a elaborarlo de manera análoga. Para eso, ya con los colores en mente, preparé tintas e hice todo el proceso para quemar el arte para la serigrafía y estampar cada una de las letras. Por último, dibujé sobre la tela y bordé todo desde la portada hasta la contra y cada una de las onomatopeyas, eso me tomó como seis meses. Una vez quedó listo pasamos a un proceso de fotografía donde se editaron las imágenes y luego se armó todo el libro con el equipo de Cataplum”. Lee la entrevista completa aquí
¿Dónde pueden conseguirlo?
En la FILBo en el pabellón 16 de literatura infantil y juvenil stand 1324 y claro pueden pedirlo por la página web en: https://www.cataplumlibros.com/